Fuente: Save the Children
En el corazón de nuestras comunidades educativas, una problemática silenciosa pero devastadora se manifiesta en los pasillos y aulas de nuestras escuelas, e incluso trasciende a la esfera digital: el acoso escolar y el ciberacoso. Estas formas de violencia entre iguales no solo perturban la paz de quienes las sufren, sino que dejan huellas profundas en su bienestar y desarrollo, vulnerando sus más fundamentales derechos.
La violencia contra la infancia, definida como cualquier acción o negligencia que resulte en daño, se agrava por la indefensión y el desequilibrio de poder que caracteriza a estas situaciones. Ante esta realidad, muchos padres y madres se encuentran desorientados, sin saber cómo prevenir, detectar o actuar frente a los casos de acoso escolar y ciberacoso.
Consciente de esta necesidad, Save the Children propone una serie de acciones concretas:
- Observación atenta: Vigilar cambios en el humor y comportamiento de los niños, su motivación hacia el estudio y la aparición frecuente de enfermedades menores.
- Diálogo abierto: Escuchar a los niños y niñas es crucial, ya que raramente mienten sobre estas experiencias. Es fundamental ofrecer un espacio de confianza y sin juicios.
- Serenidad: Mantener la calma y transmitir seguridad y tranquilidad es esencial para que el niño o la niña se sienta comprendido y protegido.
- Reforzar la autoestima: Es vital ayudarles a reconocer sus capacidades y valorar el esfuerzo que implica pedir ayuda.
- Comunicación con la escuela: Informar al centro educativo sobre la situación y trabajar en colaboración es clave para la resolución del problema.
- Expansión del círculo social: Fomentar la participación en actividades extraescolares puede ser una vía para establecer nuevas amistades.
- Confianza y comunicación: Una comunicación fluida y basada en la confianza es el mejor canal para que los niños y niñas reporten cualquier situación de malestar.
- No responder a las agresiones: Instruir a los hijos a no replicar las agresiones y, en caso de ciberacoso, guardar evidencia y bloquear o denunciar al agresor.
Cuando el acoso escolar o ciberacoso alcanza niveles graves, es imprescindible notificar a las autoridades competentes, como la Fiscalía o la Policía. Sin embargo, la respuesta a estos casos debe ser integral y contundente. Save the Children insta a los Gobiernos a adoptar una estrategia y legislación específica para erradicar todas las formas de violencia contra la infancia, con medidas concretas y la colaboración de todos los sectores implicados, incluyendo la asignación de recursos necesarios para su implementación.
La lucha contra el acoso escolar y el ciberacoso es una responsabilidad compartida que requiere del compromiso de toda la sociedad. Es hora de actuar, de educar y de proteger a nuestros niños y niñas, garantizando así un futuro donde la escuela sea un espacio seguro y enriquecedor para todos.
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