La interseccionalidad es un concepto que ha ganado relevancia en las discusiones académicas y sociales, pero que aún encuentra barreras para su efectiva aplicación en las políticas públicas. Este concepto se refiere a cómo diferentes aspectos de la identidad de una persona, como raza, etnia, clase, orientación sexual e identidad de género, pueden cruzarse e influir en sus experiencias de vida, incluyendo su salud mental.
Los marcadores sociales se definen como lugares de pertenencia social. Estos lugares están inmersos en un complejo conjunto de jerarquías, que pueden profundizar las desigualdades y el sufrimiento. Además, estos marcadores tienen interfaces con el territorio e impactos en la salud mental.
https://www.uoh.cl/2022-05-uoh-lanza-web-con-recursos-sobre-salud-mental/ |
Para los profesionales de la psicología que trabajan en los CAPS, es esencial comprender la noción de "territorio" e "interseccionalidades" como apoyo para todas las acciones de cuidado en salud mental. Esto incluye desde acciones curativas o terapéuticas hasta acciones de promoción y prevención. Estos profesionales tienen la tarea de escuchar la singularidad de las personas que acceden a los servicios y de combatir formas de desigualdad y opresión, como el racismo, el sexismo, el prejuicio de género y el clasismo.
La importancia de las dimensiones del territorio y la interseccionalidad en el cuidado de la salud mental es un tema fundamental para mejorar la atención a los usuarios del SUS. Estos temas presentan desafíos y vacíos que deben ser constantemente discutidos en el trabajo diario en los CAPS, con el objetivo de mejorar y humanizar el cuidado en salud mental.
La interseccionalidad es fundamental para entender las diferentes desigualdades que afectan a las personas en nuestra sociedad, especialmente aquellas pertenecientes a grupos diversos o vulnerables, como afrodescendientes, indígenas, LGBTQ+ y personas con discapacidad. Estas personas tienen experiencias específicas y enfrentan desafíos particulares, que pueden tener impactos significativos en su salud mental. también es relevante para entender cómo los microdeterminantes sociales, como la pobreza, la guerra, las migraciones forzadas y los cambios climáticos, pueden impactar la salud mental. Estos factores requieren medidas en diversas instancias de poder y cuidado.
La interseccionalidad y los profesionales de la salud mental
Los profesionales de la salud mental, como los psicólogos que trabajan en los Centros de Atención Psicosocial (CAPS), deben tener en cuenta la interseccionalidad en su trabajo. Esto significa estar atentos a los escenarios desfavorables en los que muchos usuarios pueden estar insertados, como vulnerabilidades, exclusión social, violaciones de derechos y discriminaciones.
Además, es esencial que los instrumentos de planificación y ejecución de políticas públicas de salud mental estén alineados para dialogar con la interseccionalidad, con el fin de alcanzar la efectividad y equidad en los servicios prestados a la población.
La interseccionalidad y la práctica clínica
En la práctica clínica, la interseccionalidad puede ser una herramienta poderosa para fortalecer a las minorías sociales y garantizar sus derechos de manera ética y vinculada a las demandas sociales. Los profesionales de la salud mental pueden utilizar la interseccionalidad para entender cómo los marcadores sociales de diferencia pueden exponer a las personas a condiciones de agravios, riesgos y vulnerabilidades en salud, debido a los procesos sociales de opresión, explotación, dominación, sometimiento, vigilancia, silenciamiento y colonización.
Scapinello, M., & Zurba, M. C. (2023). Território e interseccionalidades: Tessituras possíveis na atuação de profissionais de psicologia nos CAPS. En J. R. de Souza Silva & M. S. Lira (Comps.), TEMAS CONTEMPORÂNEOS EM PSICOLOGIA: Ensino, Ciência e Profissão (pp. 17-28). Editora Bagai. https://educapes.capes.gov.br/bitstream/capes/741548/2/Temas%20Contemporâneos%20em%20Psicologia%20-%20Vol.%204.pdf